Es muy fácil sentirse despojado de todo, abandonado de tu Dios personal hacia una nada concreta, donde estás en un vacío que parece hacerse a sus anchas con el propósito de secarte las emociones después de habértelas acariciado hasta hacerlas erizar. Si, es así, estás seco. Una hermosa sensación de estar vivo sin saber por qué.
Estás absolutamente muerto, tus nervios son un simple reflejo de nada, otra cosa inútil dentro de ese baúl de inconclusiones injustamente llamado vida. Eso ciertamente no es vida, es… una mierda.
Y así.. mierda. Pura mierda. Hermoso no?
Despertar y enterarse que uno es una pila inútil, un estorbo de la naturaleza. No sería mucho más lindo el planeta si mi mano, por ejemplo, no hubiese estado para abusar de ella. Y quien quiera discutirlo, quién dijo que el ser humano era algo útil y necesario. Quién dice si el de arriba cometió su único error al crearnos.
Qué lindo. Dame algo para esta centrífuga alegría, dice mi amigo el drogadicto. Mi alter ego, mejor dicho.
Dame algo para el dolor. Pero no hay dolor. Entonces qué es esta sensación?..
Donde está el parche en este círculo enviciante?.
Quiero largarme a llorar.
Prestame algunas lágrimas, por favor, no tengo más. De paso, hacelas rodar por mis mejillas.
Published
on Monday, August 4th, 2003 at 1:47 am
