8. Punto D
Se decreta la autorización/derecho a la histeria. Siendo ésta misma un género social aceptado (tanto en las mujeres, como los niños, los homosexuales, los viejos y los grupos religiosos) se permite el uso de tal recurso en las situaciones oportunas o inoportunas, de acuerdo a la discreción del hombre que la utiliza. Ésto es meramente una afirmación de un recurso implícito admitido por las mujeres. Aunque visto y considerado que ellas también lo utilizan frecuentemente, era de esperarse que se estableciese semejante institución como la histeria misma.
(Aclaración: si quiero llorar voy a llorar, querida… ahora… todavía existe cierto límite: el llanto es considerado como expresión de sentimientos ante una fémina, hasta que tras cinco minutos se vuelve un género patético… o sea, para que ella considere cómo pudo meterse con semejante llorón)
9. Punto D inciso 1
Nosotros, hombres, nos abrogamos el derecho a la opinión sobre cualquier asunto simplemente en la base de nuestra misma existencia. El hecho que estemos sobre la tierra afirma nuestra existencia y como seres pretendemos ejercer el derecho a la actividad.
(Aclaración: si querida, eso es lo que pienso de tu ex-novio, de tu mamá y de tu hermano… son simplemente adorables… si, querida, claro.. por supuesto.. si, mambrú es re-copado, y luciano pereyra es el nuevo jorge cafrune… claro… PERO NO TE DAS CUENTA QUE ESTÁS HABLANDO UNA SARTA DE BOLUDECES? QUE TU VIEJA ES UNA PENDEVIEJA ALZADA, TU EX-NOVIO ES EL CORNUDO DEL AÑO Y QUE TU HERMANO NO ES MÁS PELOTUDO POR QUE NO PUEDE!? NI HABLAR DE TODAS LAS PELOTUDECES QUE LLAMÁS MÚSICA…)
(Aclaración: decir que la suegra es una “bolsa de pedos con olor a vino” sigue siendo algo peligroso)
11. Punto D inciso 3
No se requiere conocimiento superior de los temas que se opinan. Basta con el buen juicio y el sentido común, avanzados instintos del hombre, para distinguir, por ejemplo, entre el bien y el mal. Por lo cual cualquier hombre no requerirá más dictado que el de su conciencia al opinar. Lo cual resulta en una agradable y constructiva amplitud de opiniones en la esfera pública.
(Aclaración: Conversación entre señores A y B
A- Qué golazo que hizo Palermo… ese tipo cada día juega mejor…
B- ¿De qué hablás, si Palermo es un espástico, es un cuadripléjico de dos metros de atura que pone cara de constipado cada vez que hace un gol?
A- Bien que sos gallina, estás recaliente por que perdieron todo y encima el cuadripléjico te mete goles para eliminarte de la libertadores. Cómo se nota que ustedes, los de River no tienen ni idea de lo que es el fútbol. La última vez que salieron campeones fue el torneo metropolitano de badmington de 1978.
B- Bueh, bueh (cambiando de canal) uuuhh ¿viste qué buena está la kloosterboer?
A- Le faltan gomas a la piba, que se yo.
Ambos señores no requieren autorización para hablar… lo saben todo)
12. Punto D inciso 4
Incluido en la fundamentación de la histeria masculina, refiérase a la cuestión de los ataques de celos. Nosotros, hombres arcaicos y/o posmodernos, no adherimos a la permisividad de los celos en ambos sexos. Ésto se debe a que los celos constituyen una situación conflictiva de compromiso incluyendo cuestiones de fidelidad cuyos requerimientos, es harto sabido, nadie desea cumplir.
(Aclaración: El que mete los cuernos normalmente es el más celoso. Entonces, ¿para qué ser celoso, si uno puede dar lugar al misterio?)
13. Punto D inciso 5
Decretamos entonces, la liberalización de las relaciones (pseudo) serias. Los días de relaciones, compromisos de los que hablaban nuestros padres han pasado. Cada uno de los miembros de esta sociedad se encargará de la ocupación de su esfínter y cuerpo sin acudir a convencionalidades que determina la sociedad actual.
(Aclaración: cada uno hace un culo con su pito, o al revés– ¡y la promiscuidad es un implícito! Si tuviésemos que recordar de vuelta, los días de nuestros padres y abuelos… ¡tendríamos que tener en cuenta que a ellos no les importaba tres cuernos si la mujer tenía un orgasmo, si con suerte se fijaban si estaban en el agujero correcto o si lo que tenían enfrente era una mujer!)
14. Punto E
Nosotros, los “hombres”– dicho así, decretamos que la promiscuidad es un vicio más, placentero al fin, peligroso en su uso desmedido. Adherimos al consumo limitado, aceptando las consecuencias, los efectos secundarios mencionados en el punto D incisos 4 y 5. Admirando en el costado positivo, nuestra coincidencia frente a esta postura asegura la supervivencia de la especie y de nuestra agrupación.
(Aclaración: sin embargo, nada asegura que usted no se comerá unos cuantos tortazos antes o después de todo hecho que circule alrededor de este pequeño universo, ojo al piojo viejo).
15. Punto E inciso 1
La agrupación confiere mucha importancia a la cuestión de la paternidad. Entonces, así como toda sociedad planificada adherimos al planeamiento familiar utilizado en los máximos sistemas árabes: usted, como miembro, tendrá sólo el número de esposas e hijos que pueda mantener, dejando de costado al vetusto sistema de la monogamia y abrazando la idea de una sociedad más compleja.
(Aclaración: no sea usted como Cleto, tenga sólo un cierto número de hijos… por que bien que somos arcaicos, ¡¡¡pero no boludos!!!)
16. Punto E inciso 2
La asociación, en vista del inciso anterior, decide abordar políticas pro-anticonceptivas, pero dado el nivel de independencia de sus socios, decide que éstos elijan su destino común, con la esperanza de poder algún día unificar los criterios entre aquellos que usan protección, o aquellos que desean explotar el sistema de la paternidad.
(Aclaración: el uso de la gomita, es una cosa de cada uno… pero yo no te voy a cuidar a los críos más adelante, eh.. así que gastate unos 3 pesos… lacra)