Ayer vi el aviso de los globetrotters. Hoy la nota.
Pasaron más de diez años, más de diez, que le rompía las pelotas a papá para que me lleve. “Por que a mí siempre me gustó el basket”. Y me acordé del viejo.
Y los mil saltos, los negros grandes, el panchito, el viejo al lado, volver a casa en el renault 18.
Saber que a pesar de todos los reproches la vida era algo simplemente perfecto.
Y les puedo asegurar que las ganas de llorar nunca se van.
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on Wednesday, May 16th, 2007 at 1:05 pm