Estando tan cerca del día de la madre quisiera hacer algunos agradecimientos por cosas que mi progenitora no me dijo al nacer… y de paso agradecerle también por haberme traido a este maravilllloso mundo.
1. Gracias mamá, por no haberme dicho que las mujeres de los 27 años en adelante son una calamidad cuando viajan en los medios públicos de locomoción. ¿A qué me refierrrrrrrrro?
- A ustedes, mujeres que se paran frente a la puerta y no dejan salir cuando uno viaja enlatado como paté a las siete y pico de la mañana. Después de todo, quien se va a bajar (y a quien se le ocurre correrse para dejar que el otro baje!)
Moraleja: Si no te corrés, andate pa dentro. O salí para afuera. Si el tren se va sin vos (cosa desgraciadamente improbable) tené la gentileza de no cagarle la existencia a los demás.
- A ustedes, mujeres que cuando llega el tren, y que cuando hay apuro por que se pierde el tren, llegan a la boletería sólo para no encontrar los peniques que habían reservado para la travesía.
Moraleja: O PENSÁS, O TE CORRÉS. NO ES FÍSICA CUÁNTICA, MAMITA.
- A ustedes, mujeres que cuando uno está en lo profundo del sueño igual insisten en su derecho de poder sentarse no importa cuan viejas sean o su estado físico o patrimonial. Clarifíquese que el derecho al cual ustedes aluden no es un derecho sino un acto de cortesía por parte de los hombres en una época donde era más fácil obtener sexo por su parte. O al menos, menos regañones si uno duerme en el asiento del tren.
Moraleja: Si ves que duermo, NO MOLESTES (o al caso, retribuilo en especias).
2. Gracias mamá, por no avisarme al nacer que sería petiso, gordo y orejudo. Me hubiese hecho un reajuste dentro de la panza para caer por el ojete y arruinarme un poco menos la cara mediante el parto. ¿O será una cuestión de herencia genética?
Moraleja: Paris Hilton tenía razón en que uno tendrá suerte si nace bello y en buena familia. Ahora, nadie dijo que el paquete viene con cerebro incluido!
3. Gracias mamá por no avisarme que las mujeres y los hombres son tan malos. Si lo hubiese sabido antes, hubiese empezado a cagar a todo el mundo desde más temprano. ¿Alguien me puede explicar por qué los padres toman la moral como algo bueno, cuando sólo conduce a cagarse de hambre?
Moraleja: Mi hijo no solo va a cagar a la gente, sino que despues va a hacer compost con ellos, va a arar, tirar la semilla y despues va a cosechar frutos a base de la gilada. Zapallos sobran en el mundo.
4. Gracias mamá, por otorgarme la mejor educación que el dinero (nuestro) podía pagar. Tengo un ADD que cabalga como moro pampa frente a la comisaría, y ni hablar del sentimiento que estoy involucionando cada día convirtiéndome en un ser más bruto.
Moraleja: Si vas a ser bruto, sé BIEN bruto. Mis saludos y referencia obligada a Paris Hilton.
5. Gracias mamá, por enseñarme el buen valor de la lectura. Gracias a ella, he descubierto que lo mío definitivamente no es la lectura académica, y que los autores que realmente me gusta leer, son llorones, apocalípticos, drogadictos, alcohólicos, homosexuales, personas con un horrible edipo o gente a la que simplemente le chupa todo un huevo.
Moraleja: Primero hay que hacer que lean a Dickens, y después es todo cuesta abajo por el resto de su vida. (Si no se duermen leyendo Tale of Two Cities). En su defecto, otórguese a la criatura un rifle, un bidón de querosén, fósforos, libro de Victor Sueiro y “el Diego de la Gente”. La criatura no sabrá si salir a matarlos o matarse a sí misma.
6. Gracias mamá por concederme cuanto juguete y videojuego quisiese. Entre los dos han contribuido a aumentar lo que terminaría muriendo por obra de la acción del alcohol sobre mis neuronas (¿la muerte cerebral?): mi creatividad.
Moraleja: Si tenés creatividad, guardátela y encerrate. No hay nada peor que alguien original en este mundo tan cuadrado. Efecto consiguiente a esto es, hacé la gran David Koresh y create un culto, barrilete cósmico.
7 (anexo punto 3). Gracias mamá, por no solo fumarme encima sino no enseñarme a vender humo. Ahora sufro las consecuencias y dentro de dos semanas tendré un enfisema masivo que me dejará lisiado si sigo inhalando tanta mierda en el aire. Bah, monóxido de carbono.
Moraleja: Fumata blanca o no fumata blanca, sigue siendo mala para la salud. Eliminemos a Benedicto cumpliéndole antes su sueño en vida y mantengamos el ambiente libre de humo.
8. Gracias mamá, por hacerme creer en el ratón Pérez, en papá Noel y en Jacinta Pichimahuida. No lo digo por una cuestión de resentimiento, es un agradecimiento sincero. Ya suficientemente triste era nacer morocho, judío y encima tener que comerse los 5700 años de amargura del pueblo elegido.
Moraleja: Si usted nace judío, sea Sefardí en vez de Ashkenazim. Al menos ellos comen dulce.
9. Gracias mamá por hacerme comer verduras en mi infancia. Gracias a eso he crecido alimentado por las salchichas, el leberwürst, bratwürst, georgebürst y cualquier embutido inventado por un cultor de la bräu.
Moraleja: Si usted va a alimentar a su hijo así, déle cerveza desde temprana edad. No hay nada peor que ser un chucruten sin saber realmente what it’s all about.
10. Finalmente: Gracias mamá, por haberme dado nacimiento. Gracias a eso, mi padre ha perdido su pelo, juventud, dinero y vida. Mis hermanas y hermanos perdieron titularidad, atención y el humor. Y vos, vos ya perdiste la razón pero te quiero una bocha igual, te hago la vida imposible por que tuve mucho tiempo para planear en tu útero.
Moraleja: La próxima comprate un perro, vieja. No sabés lo que conlleva tener un pendejo así, yo me doy cuenta de eso. 
(es más, no pienso ser padre hasta los 75)
Feliz día (por adelantado), vieja. Que el todopoderoso te recompense… arriba.
El domingo probablemente esté durmiendo con resaca, asi que siempre conviene adelantar las cosas en vez de procrastinar y saludarte un día después.
¿Al césar (o la cesárea) lo que le corresponde?
Un beso enorme, vieja!
