No es que sea celoso, pero.. hay cosas con las que no puedo lidiar.

No es odio. Y odio su presencia. Su siquiera presencia. Su cara de felicidad, de pibe con chiche nuevo, de recién hecho padre, de haberse consagrado. Sí, se sacó la lotería pero acá espero que le roben el premio. La idea de ser el único que pueda darte todo hace que me relama los dedos como el animal azuzado esperando en silencio a su presa. Estoy en espera. Acecho en silencio… y cuando él…
Sus ojos en los tuyos. No está bien. Tus labios en los de el, para nada bien. No tengo que aceptarlo ni ser feliz con ello. No lo soy. Es que vos deberías estar conmigo, no con él. Que viajes, que esto, que lo otro. Nosotros dos estaríamos condenados a estar en el cuarto día y noche. Te guardaría en el cuarto, te escondería, pero no por que no quiero que sepan quién sos, sino por que sé que sos preciada y que a partir de allí, siempre habría alguien esperando que yo tropiece. Hacerte mía, orientar un futuro donde jamás estuvieses lejos.
Y mi planteo es egoísta, infantil y malcriado. Qué me importa, son las cosas con las que peleo todos los días de mi vida, parte de mi persona. Yo lo único que quiero es que estés conmigo, así de simple y conciso. Tu pelo, mis dedos, recostados, sentados…

… como fuese posible. De cualquier manera. Ver tu sonrisa. Mirame. Mirame.

Mirame.

No puedo mirarlo. No quiero.
No puedo girar los ojos. No puedo alejarme. No me puedo ir ahora. Si fuese de alguna manera un poco más fácil hacer la vista gorda, lo haría, pero tan posesivo, soberbio, egocéntrico, vestido de cordero cuando se es el cuervo, todo por el bien de nadie, espero, fumo un pucho, dos. En la esquina, en la oscuridad. Le pondría el piolín invisible adelante de la pierna solo para verlo caer y que sigas caminando. En la esquina te espero. Para sacudirte, sorprenderte, asustarte, para que veas todo lo inusitado que siempre viste y que vuelva a emocionarte.
Lo detesto, lo aborrezco. Le deseo nada mas que el mal. No puedo aceptarlo. Lo siento.

A lo mejor, y a mi ventaja, es algo que no debería ser. No puede ser.

Lo dejo inconcluso, ¿el final? Lo tenés entre tus manos.

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