Dedicado a vos, que hace poquito volví a verte.. que desde hace años que no puedo sacar tu cara de mi cabeza:
Cuando era chiquito intenté de apoderarme de tus besos y fracasé.
Ahora no puedo evitar mirarte y tu sonrisa me tienta tanto como antes, sigo con hambre, diría, y es el peor de todos los sentimientos. El más fuerte, el más podrido.
Hace mucho rato que no nos vemos, sin embargo, y no sé que vas a sentir cuando vuelvas a verme, ya que vos pasaste por mucho y yo sigo siendo el mismo. La gente dice que no, yo pienso que sigo siendo el mismo, la gente no sabe nada.
Y miro, miro, miro tu foto. No me puedo saciar. Es cuasi- enferma la necesidad que tengo de mirar tu foto. Por que me la encontré de casualidad cuando pensé que te había sacado completamente de mi cabeza por que pensaste que yo no era suficiente para vos y decidiste marcharte.
Ahora me llamás de vuelta, por algún menester menor, para evocar lo que fue el pasado sin tener verdaderas reminiscencias de lo que era el pasado. “Hola, te llamo, nos vamos a juntar, pronto, vení, quiero verte”. Y yo, yo, no puedo caer tan rápido. No puede ser tan fácil, no puedo tener tan poca convicción y coraje. No puedo caer por tus hermosos ojos castaños oscuros y tu pelo negro que refleja en la luz, y choca con el aura que no puedo evitar ver cada vez que te tengo enfrente mío, tu flaca figura no permite dudas…- y sigue siendo así de fácil. Caigo como un drogadicto, un incurable, un enfermo. Estoy enfermo, me enfermé, me pudrí. Durante años pudrí a todos los que estaban cerca mío con historias tuyas. Y un par fueron afortunados de conocerte.
Hace mucho tiempo nos dejamos de hablar. Tu amiga me dijo que vos no estabas interesada en saber nada conmigo, la última vez que salimos. Fue todo muy incómodo por que yo no supe lidiar o seguirte, tampoco quisiste integrarme demasiado.
Por ese entonces tenías compañías mucho más interesantes, al menos, que yo. Mujeres alternativas, maquillajes, hombres rebeldes. Noches de alcohol en las que no participabas, y me acompañaste en mi primer pedo- todo el camino de vuelta. Lo resignaste, la noche hermosa y divertida, el príncipe azul (el culpable de mi borrachera) mirándome con desprecio por que yo tenía tu atención por el resto de la noche. Y fue triste por que teniéndote a mi lado me hubiese gustado decirte mil cosas más interesantes. Más hermosas.
Me hubiese gustado, por ejemplo, decirte cuan bella sos, cuan bella eras. Y causar una impresión que mis palabras fuesen más que un verso barato. Que mis palabras pisasen más duro en el fondo de tu corazón.
Me hubiese gustado, también, crearte una dependencia de mí. Que no fueses tan independiente, tan libre, que no fueses tanto, pero siendo tan inteligente jamás lo podría haber evitado. Las mujeres inteligentes jamás buscan a los tipos complicados. Y sin embargo, soñaba con que pasases tus días esperando darme un beso de vuelta, y yo pudiese complacer tales deseos, todo lo que me pidieses- con un margen que me permitiese no tener que gastar ni mis últimos cartuchos ni que yo dependiese de vos, aunque sabía que no iba a encontrar nadie (nada) mejor.